A veces miramos atrás y vemos todo lo que hemos vivido, los errores que hemos cometido y hasta dónde hemos llegado. Quizás te obceques en los errores más que en lo que has logrado o puede que sea al contrario. En mi opinión, lo mejor es llegar a un equilibrio entre todas las vivencias buenas y malas. Los errores para no cometerlos más y lo que hemos ganado para no olvidar que, trabajando en ello, los sueños se hacen realidad.