Os voy a hablar desde el corazón para contaros qué sentí hoy en la gala.
Desde el diagnóstico, ¡vamos a ir a un evento! Además es el de los Premios SuperA, que es tan especial para Óscar y para mí cuando conseguimos poner en marcha la Fundación Loida Zabala gracias a ganar la primera edición.
Salgo del coche, con mucha dificultad por falta de fuerza física. Mi cuerpo no es el mismo, mi cara no es la misma.
A quien veo primero es a Susana Murías de Iberdrola, ¡qué amor y qué cariño me dio en ese momento de llegada! Después empecé a ver a muchas amigas deportistas a las que quiero y admiro a las que le decía “Esta soy soy ahora, estoy muy hinchada, parezco otra” y ellas me hicieron comprender que seguía siendo guapa, que yo seguía ahí.
Pienso que es muy importante sincerarse con nuestros sentimientos para que los demás puedan darnos un punto de vista que nos ayude a comprender que lo que tú ves no es tan real como pensabas.
Me fui sintiendo bien conmigo misma, sintiéndome querida y amada y así me gustaría que os sintierais vosotros en vuestro día a día, si en algún momento has dudado de ti.
Gracias a Almudena Rivera por cómo entregas tu ayuda en privado, por ser amiga y ser una luz en estos momentos.
Y gracias a Iberdrola y a la Fundación de Jóvenes y Deportes por agarrarme de la mano.